viernes, 17 de septiembre de 2010
El guardián en el centeno
de J.D. Salinger
extraño: al chico lo expulsan, se va del colegio, y empieza a correr aventuras urbanas. Lo mejor: la forma en la que está escrito, que refleja muy directamente los pensamientos del personaje; la sensación de libertad y de absoluta aleatoreidad en sus acciones; el cariño a Phoebe. Tierno.
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