como habitualmente en Sturgeon, todo un tratado de filosofía expresado a través de un conflicto. Aparentemente, el protagonista ha viajado en el tiempo a un mundo en el que han desaparecido las diferencias entre sexos (todos somos hermafroditas). Eso hace que la humanidad sea mucho más feliz... o eso parece.
" Hay dos canales directos que conducen a la mente inconsciente. El sexo es uno, la religión es el otro; y en los tiempos precristianos era habitual expresarlos juntos. El sistema judeocristiano puso un alto a todo ello, por una razón muy comprensible: una relgión carítica no interpone nada entre el adorador y su Divinidad"(que se les acaba el chollo, vamos :-) )
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