martes, 31 de agosto de 2010

El Rey en la Ciudad Púrpura


de Rebecca Gablé

transcurre en Londres en la edad media ¿os suena?, y va sobre mercaderes de lana (bueno, paño, pero hay lana) ¡eh, esto si que me suena!, y hay un protagonista testarudo y muy hábil en lo suyo ¡cada vez se acerca más!, y si os digo que tiene un pariente cercano que lo odia y una chica muy inteligente, y un cura que lo apoya, y tiene muchas aventuras que salen alternativamente mal y bien, y que hay una epidemia de peste bubónica.... ¡Claro, es "Los Pilares de la Tierra"! (o su segunda parte).

Pues no, es "El Rey en la Ciudad Púrpura", y si bien está peor que "LPdlT", está mucho mejor que su segunda parte "Un mundo sin fin". O sea: es fácil de leer, engancha, y merece la pena.

Tiene muchas partes buenas: las representaciones teatrales de Jonah, el papel de Annot y la reina Felipa como segundas chicas protagonistas, la aventura naval, el establecimiento de nuevos negocios, y sobre todo esa noción que empezaba a despertar de la ciudad como algo independiente de la sociedad feudal, y que caracteriza al final de la Edad Media.
Dentro de las lecturas sobre la peste, me encontré con una referencia (wikipedia, quizá?) que afirmaba que el fin de la Edad Media fue precisamente debido a esta enfermedad.

Por lo que veo, llevo ya X libros ambientados en Londres... cualquier día me doy un baño en el Fleet Ditch :-)

jueves, 26 de agosto de 2010

Longitud


de Dava Sobel

esperaba una novela y me encontré con una amena descripción que parte de varios de los problemas expresados en "El Ciclo Barroco" y explica cómo la tenacidad y el trabajo solucionaron el problema de la longitud. La descripción de los relojes me encantó, así como pensar que el primero estaba hecho casi enteramente ¡de madera!.

Los Hijos de Anansi


de Neil Gaiman

con cierto parecido con Terry Pratchett, la verdad es que no acabó de engancharme. Lo mejor: hace que desees ser "Araña".

El Señor de los Anillos


de JRR Tolkien

tras casi dos años de lectura en voz alta con los niños, fue la mejor de las n veces que lo he leído. Inolvidable, para mi el mejor momento es la guarida de Ella-Laraña., pero como dice B., otra de las cosas que lo hacen inolvidable es que una vez finalizada la trama principal se sabe cómo continuaron los personajes durante otras 100 o 150 páginas.

domingo, 22 de agosto de 2010

Arsenio Lupin, Caballero Ladrón


de Maurice Leblanc

Historias de detectives y ladrones pasadas de moda, con sabor decimonónico y bastante ágiles de leer. Realmente, me había gustado más hace 25 años :-) Lo mejor: el robo de cuando Arsenio Lupin era niño.

124,0 Maldito Karma


de David Safier

Bueno, tiene su gracia. Se deja leer... pero nada más. Lo mejor: que si no crees en nada después de la muerte, el que se te aparece "por defecto" es Buda... hilarante.

El Sistema del Mundo


de Neal Stephenson (3 volúmenes)

Realmente, da pena acabarlo. Las aventuras de Jack combinadas con el final de la trama del oro de Salomón podrían continuar perfectamente otros 8 libros. Me encantó la escena de la pelea en la ópera con Haendel, el reparto de monedas, el ahorcamiento de Jack, la conversación entre Newton y Leibniz, las horribles liturgias de actos en inglaterra.... y el elixir de la vida ¿resucitaron a Newton o no?

sábado, 14 de agosto de 2010

Confusión


de Neal Stephenson (2 libros)

... y sigue, y no baja la calidad. Al contrario: sabiamente se integran dos libros con las aventuras separadas de Jack y Eliza. Siempre me fascina la epifanía de Jack en Argel, pero también ese "pestazo" del siglo XVII/XVIII con su falta de higiene, las andanzas de Versalles que me recuerdan a "Angélica" y esa descripción del mercado de El Cairo: donde había habido un mercado desde que el tiempo es tiempo.
Y el momento mejor: el regalo enviado por Jack a Eliza a la mansión Arcachon.... enorme!!

Azogue


de Neal Stephenson (3 libros)

aprovecho el verano para releer los 8 volúmenes del "ciclo barroco" de Stephenson. Poco a poco, convertido en mi libro favorito.

Jack Shaftoe: improbablemente vivo, ingenioso y mutilado.
Eliza: completamente inabarcable.
Daniel Waterhouse: puritano, el observador de todo lo importante del mundo, el que podría ser un gran personaje si no hubiera coincidido en tiempo (y a veces en lugar) con Newton, Leibniz, Hooke, Wilkins....
Enoch Root: misterioso y ubicuo.
Con todo eso, y con una época en la que comenzó lo que somos ahora, Stepenson escribe de forma tan barroca que a veces cuesta abarcarlo. Se necesitan unas vacaciones para leerlo, pero la recompensa es abundante.

Lo mejor: la crianza de Jack, el momento en el que Enoch descubre a Newton, el encuentro de Eliza con el mercado, la locura de Jack ("quod erat demostrandum"), la noche de Walpurgis.