viernes, 9 de enero de 2015

Hijos de la mente

De Orson Scott Card

jueves, 8 de enero de 2015

Ender el Xenocida

de Orson Scott Card

Cuando tienes la sabiduría que otra persona sabe que necesita, ofrécela libremente. Pero cuando la otra persona no sepa todavía que necesita tu sabiduría, guárdatela para ti. La comida sólo parece atractiva a un hombre hambriento.

La voz de los muertos

de Orson Scott Card

La evolución no le dio a su madre canal para dar a luz, ni pechos. Por tanto, la pequeña criatura que un día se llamaría Humano no tuvo otro medio para salir del vientre que sus propios dientes. Él y sus hermanos devoraron el cuerpo de su madre.

Horizontes Lejanos

Varios autores

Card: el descubrimiento de Jane.

Brin:
Galaxias que anteriormente estaban unidas por atajos de espacio y tiempo pronto se verán separadas. La vieja civilización —incluidos todos los planetas de los que vinisteis— ya no será accesible. Sus caminos no dominarán más esta parte del cosmos. Aislado, este reino isla de cien mil millones de estrellas (conocido anteriormente como Galaxia Cuatro) desarrollará pronto su propio destino, iniciando una brillante nueva era. Se ha previsto que Jijo proporcione la semilla inicial para una gloriosa cultura, distinta de cualquier otra. Las seis, ¡y ahora siete! especies sapiens que vinieron secretamente a este mundo como refugiados —ocultándose como criminales en una orilla prohibida— prosperarán más allá de las más locas imaginaciones. Serán cofundadores de algo grande y maravilloso. Antecesores de todas las razas estelares que puede que les sigan en este fecundo remolino estelar. Pero, ¿qué tipo de sociedad debe ser? ¿Una que sea una mera copia del ruidoso, porfiante, violento conglomerado que existe allá en el espacio “civilizado”? ¿Una basada en toscas autocalificadas ciencias? ¿Física, cibernética y biología? Hemos aprendido que tales obsesiones conducen a la falta de conciencia. ¡Una cultura sin humor, operada por reduccionistas que miden la relación coste/ beneficio de todo y no saben el valor de nada! Tiene que haber algo mejor. ¡De hecho , considera cómo las más nuevas razas sapiens —recién salidas de la elevación— miran su mundo con un sentido infantil de la maravilla! ¿Y si ese sentimiento pudiera hacerse durar? A aquellos que recién acaban de descubrirlo, el poder del habla en sí es glorioso. ¡La habilidad con las palabras parece contener toda la potencia que cualquiera puede llegar a necesitar nunca!
(...)
Analizando los resultados de cada hábitat experimental, los nobles buyur sabrán exactamente cómo llevar a la práctica un nuevo reino de magia y maravilla. Entonces podrá empezar la era de los auténticos milagros. Escuchando aquello, Peepoe sacudió la cabeza. —No suenas demasiado como un rústico mago feudal. Apostaría más bien a que eres alguna otra cosa disfrazada. ”¿ Eres en realidad un buyur? El g’kek inclinó la cabeza dentro de su concha de cristal. —Ésta es una muy buena suposición, mi amigo delfín. Aunque por supuesto la auténtica verdad es complicada. Un auténtico buyur pesaría más de una tonelada métrica y se parecería más bien a una rana terrestre! —Sin embargo, tú... —señaló Tkett. —Tengo el honor de servir como portavoz intermediario... —¡... para ayudar a persuadiros a vosotros los delfines, los más nuevos y prometedores colonos en Jijo, de que uniros a nosotros será vuestra mayor oportunidad de una gran vida, aventuras, y un destino lleno de maravillas