sábado, 30 de mayo de 2015

El amor en los tiempos del cólera

de Gabriel García Márquez

Revisitando Cartagena de Indias y encontrándome de nuevo con el triángulo Juvenal-Fermina-Florentino.

Creo que lo he disfrutado más que nunca leyendo al lado del mar (ver foto) y experimentando cómo nos hace pensar García Márquez sobre el proceso de envejecer, el amor con esperanza, el ambiente del Caribe, y ese aura mágica que rodea todo.

Faltan moscas para tanta mierda

de Joaquín Campos

Una visión aplastante de China y los expatriados:

La prostituta es, siempre, una salida airosa. Y en China, una necesidad. A no ser que quieras transigir con unas tradiciones caníbales en donde tener pareja china te obliga a: casarte pronto, preñarla al instante, comprar una vivienda a sus padres, pagar la boda, mantener a la familia, en muchos casos permitirles la convivencia bajo tu mismo techo, hacer vida de paria visitando a diario joyerías y centros comerciales, imposibilitado para hablar no ya de Nietzsche, sino de cualquier tema, y en resumidas cuentas: arruinarte, disminuirte, depreciarte. Aún espero un reportaje de los sumisos corresponsales españoles en China contando la cantidad, siempre in crescendo, de timos post matrimoniales en donde el señor ibérico queda arruinado, sin la posibilidad de ver a su hijo, y con un billete de vuelta a España, donde o se suicidan o se atiborran de antidepresivos

lunes, 4 de mayo de 2015

James Potter y la encrucijada de los mayores

de George Norman Lippert

para los yonkis de Harry Potter. La verdad es que como "fan fiction" no está nada mal y lo disfruté. Llama la atención especialmente la relación entre magia, física y tecnología (tecnomancia).

Cómo invertir en bolsa a largo plazo partiendo de cero

de Gregorio Hernández Jiménez

Bastante razonable, y muy útil para explicar lo más básico. Efectivamente, es "partiendo de cero" :-)

Gótica y erótica

de Dioni Arroyo Merino

muy normalito.

El precio de la desigualdad

de Joseph E. Stiglitz

Un libro para cambiar de opinión económica. El sector privado no parece tan eficiente, y la desigualdad puede acabar siendo perjudicial incluso para aquellos a los que favorece en primera instancia.

"Cuando pensamos en cómo fortalecer nuestra economía, es imprescindible que no sucumbamos al fetichismo del PIB. "

Agenda de reformas:
- Poner coto a los excesos de la parte más alta [bancos y directivos] [más impuestos, en particular sucesiones]. Evitar la actuación de los "rent seekers".
- "Demasiado grande para quebrar" debe ser "demasiado grande para existir"
- Bancos más transparentes (no derivados)
- Bancos más competitivos en transacciones electrónicas (abandonar de una vez tarjetas de crédito).
- Evitar bonificaciones que lleven a la asunción de riesgos excesivos y cortoplacismo.
- Clausurar centros bancarios en paraísos fiscales.
- Evitar monopolios (leyes de competencia).
- Acabar con la asistencia pública a las grandes empresas (especialmente la oculta en el sistema tributario).
- Ayudar a los demás: educación, igualdad de oportunidades, sanidad universal.
- Recuperar el pleno empleo incluso a costa de la productividad empresarial (menos automatización).
- Evitar que las grandes empresas se inmiscuyan en la normativa o incluso la sustituyan (ej tratado de libre comercio).


"Una de esas batallas implica por un lado a quienes creen que los mercados, en su mayoría, funcionan bien por sí solos, y que la mayoría de sus fallos son en realidad fallos del gobierno. Por otro lado están los que no son tan optimistas respecto al mercado, y que propugnan un papel más importante para el gobierno. Esos dos bandos definen la batalla ideológica por excelencia de nuestros tiempos."

"La teoría económica ha demostrado que los mercados funcionan bien cuando la rentabilidad privada y la rentabilidad social están bien alineadas, y que no funcionan bien cuando no lo están. Los fallos de los mercados son omnipresentes. Nuestros bancos contaminaron la economía mundial con hipotecas tóxicas, y sus fallos llevaron a la economía mundial al borde de la ruina, lo que ha impuesto enormes costes a los trabajadores y a los ciudadanos de todo el mundo. En principio, algunos de esos fallos de los mercados son fáciles de corregir: se puede obligar a una empresa que está contaminando a que pague por la contaminación que está creando. Pero las distorsiones provocadas por la información imperfecta y asimétrica están presentes por doquier, y no son tan fáciles de corregir. Los directivos no siempre actúan en beneficio de los «interesados» (incluidos los accionistas), y estos no pueden hacer gran cosa para remediarlo. Como veíamos en el capítulo 4, la remuneración por incentivos, que supuestamente tenía que alinear sus intereses, no lo hacía; los directivos se beneficiaban, a expensas de todos los demás"

"Otro mundo es posible. Podemos lograr una sociedad más acorde con nuestros valores fundamentales, con mayor igualdad de oportunidades, una renta nacional total mayor, una democracia más fuerte y un nivel de vida más alto para la mayoría de individuos. No será fácil. Hay algunas fuerzas del mercado que nos empujan en dirección contraria. Esas fuerzas del mercado están condicionadas por la política, por las reglas y las normativas que adoptamos como sociedad, por la forma en que actúan nuestras instituciones (como la Reserva Federal, nuestro banco central, y otros organismos reguladores). Hemos creado una economía y una sociedad donde las grandes fortunas se amasan a través de la búsqueda de rentas, a veces mediante transferencias directas desde el sector público a los ricos, más frecuentemente a través de unas normas que permiten que los ricos recauden «rentas» del resto de la sociedad gracias al poder monopolista y otras formas de explotación"