Distinto a todo lo que había leído de Terry Pratchett, Nación es una historia que a todos los que nos gusta leer nos debe dejar con el sabor de boca especial de las historias bien construidas. Tierna y divertida, con un final poco convencional, sería la historia que me habría encantado leer desde los 14 y que me sigue emocionando.
Lo mejor: (es difícil en este caso): la chica que tenía todas las fichas para ser una señoritinga (hasta el nombre "Ermintrude"), la sensación de libertad y frescor en la isla, la pelea con Cox, la vieja Grugru que no podía masticar la carne, y sobre todo el final, muchos años después, donde sientes vértigo.
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